Codelco cerca de financiar catastrófica mina en Ecuador

El proyecto minero Llurimagua se ubica en uno de los sitios más biodiversos del mundo. Miles de hectáreas de bosques primarios que albergan cientos de especies en peligro de extincion serían deforestado, cientos de familias de cuatro a seis comunidades reubicadas, y contaminaría ríos con metales pesados. Un experto geólogo norteamericano lo califica como el proyecto minero más peligroso que él jamás ha evaluado(2)

LLurimagua es el nombre del proyecto minero cuprífero, en el noroccidente del Ecuador, con el cual el gobierno ecuatoriano bautizó al proyecto el cual, durante décadas, fue conocido como Junín. El cambio de nombre fue una estrategia de desligarlo del fracaso de dos empresas transnacional de desarrollar el proyecto.  Desde 1995, primero una subsidiaria de la poderosa Mitsubishi y después una minera canadiense, se vieron obligadas a abandonar el proyecto debido a la oposición férrea de las comunidades y organizaciones de la zona de Intag. 

¿Chile, el hermano mayor, o mayor saqueador?

Cuando se revirtieron las concesiones mineras en Junín al estado, a eso del 2010, Ecuador no tardó mucho para entregárselas a la recién creada ENAMI EP, empresa minera estatal ecuatoriana, que inmediatamente firmó un convenio con su “hermano mayor” para que le capacite en el oxímoron conocido como “minería responsable”.  Codelco ha cultivado una fama, bien maquillada, de ser una empresa responsable, y el Ecuador, al no tener ni una sola mina de metales a gran escala, quiso aprovechar del know-how chileno. Cabe señalar lo que debería ser obvio que el interés de Codelco no era, ni es, ser generoso. Desde hace años la empresa busca otros sitios mineros fuera de Chile al constatar que sus yacimientos cupríferos se vuelven cada año más caro de explotar.

El costo de producir una tonelada de cobre chileno se encarece por básicamente cinco factores: Alto niveles de arsénico de sus yacimientos; relativo alto costo de la mano de obra; alto costo de la electricidad, juntamente con una notable caída del contenido de cobre de los yacimientos, además de la creciente escasez de agua.  La mayoría de las minas de Codelco se ubican en el desierto de Atacama y regiones aledañas, y el acceso al agua se ha vuelto cada vez más conflictivo, y caro. Por otra parte, comparado al resto de Sud América, y en especial Ecuador, hay muy pocas comunidades en el desierto chileno; el más árido del planeta. En contraste, en las 4.839 hectáreas de las concesión Llurimagua, hay seis comunidades dentro de éstas, o que colindan con la misma.

Santuario de la biodiversidad y joya arqueológica

El noroccidente del Ecuador, donde se encuentra el proyecto minero, es parte de los Andes Tropicales, el Hotspot más candente de los 36 Hotspots de Biodiversidad del planeta.  En el 2018, investigadores identificaron 279 especies de animales en peligro de extinción que constan en la Lista Roja de la UICN dentro de, o aledañas a los bosques hoy amenazados por el proyecto Llurimagua. La lista no incluye cientos de otras especies en las listas rojas del Ecuador; muchas de ellas en peligro crítico. Tampoco incluye las dos especies ranas endémicas recientemente halladas que existen dentro de la concesión minera y en ningún otro lugar del mundo. A inicios del 2018, biólogos contratados para la elaboración del nuevo Estudio de Impacto Ambiental para la expansión de la fase de exploración avanzada, reportaron tres especies de animales en peligro crítico de extinción; incluyendo al mono araña cabeci-café (Ateles fusciceps). Dado los impactos de la minería, reconocieron que existe un alto riesgo de que se extingan las especies críticamente amenazadas. Curiosamente, comparado a la mejor conocida región amazónica ecuatoriana, los bosques montañosos del noroccidente del Ecuador contienen muchas más especies en peligro de extinción, y son más amenazados.

Todos los estudios de impacto ambiental han identificados vestigios arqueológicos preincaicos en el área minera, incluyendo los arqueólogos contratados en el 2017 para el último de estos estudios, a pesar de no poder haber accedido al 50% de los sitios preseleccionados. Incluso, a lo largo de toda la zona de Intag, pero de modo especial en la área minera y zonas aledañas, abundan vestigios de culturas pre-incaicas, de las cuales no se conoce mucho. La minería borraría este patrimonio cultural de la nación.

Hoy en día, el proyecto se encuentra en la fase de prefactibilidad; la fase para establecer si la mina de cobre sería rentable. Mientras tanto, la Enami y Codelco esperan que se le apruebe su Estudio de Impacto Ambiental para ampliar la exploración avanzada a otra parte de la concesión, lo cual impactaría un área rica en vestigios arqueológicos, bosques primarios y ríos prístinos. Hace más de un año que esperan el visto bueno del Ministerio del Ambiente. Pero primero deben resolver algunos otros problemas, iniciando con las múltiples irregularidades e ilegalidades detectadas por la Contraloría General del Estado en el 2019, así como también llegar a un consenso de cómo repartirse la torta, lo que parece haberse convertido en gran obstáculo debido a la instabilidad política del Ecuador. Los inconcebibles retos geofísicos y ambientales de la zona minera, que hizo que el geólogo norteamericano Steven Emerman concluya que Llurimagua es el proyecto más peligroso que él jamás ha evaluado, se suma al resto de problemas e incertidumbres relacionados al desafortunado proyecto minero.

Derechos Humanos y Resistencia

Intag es uno de los sitios emblemático de la resistencia a la minería, no solo en el Ecuador, sino en América Latina. Son 25 años que las comunidades activamente defienden sus derechos, llegando a expulsar a dos empresas mineras y creando alternativas productivas sustentables. Es un sitio con unan larga historia de violaciones de derechos humanos, pero también de resistencia. El escenario, por más que lo quieran blanquear las empresas y el gobierno, se caracteriza por comunidades en pie de lucha, y con todas las intenciones de vivir en paz y hacer respetar sus derechos. Si Codelco insiste en engañar al pueblo chileno de que no existe oposición firme y determinada en Intag, se meterá en el mismo callejón sin salida que se metieron las dos empresas transnacionales expulsadas en el no tan lejano pasado.

  1. Información basada en el Estudio de Impacto Ambiental financiado por la Japan International Cooperation Agency, y otros estudios de impacto ambiental e investigaciones.
  2.  Evaluación del geólogo experto Steven Emerman (Phd)/Malach Consulting

Para mayor información visite www.codelcoecuador.com y www.decoin.org

Carlos Zorrilla

Resident of Intag since 1978. Member of DECOIN since 1995