Aunque no aparezca en los medios de comunicación masivos ecuatorianos, hoy es el día Mundial del Agua.
Mi intención al despertar esta madrugada de luz fue de reportar sobre el proyecto de la DECOIN de compra de bosques y áreas agrícola degradadas para las comunidades. Una iniciativa ejemplar de conservación que, a la vez de proveer de agua bebible a miles de inteños e inteñas, protege a más de 12.000 hectáreas de cuencas hidrográficas, bosques nublados y cientos de especies en peligro de extinción. Son ya 38 comunidades, grupos organizados y Juntas Parroquiales que se han beneficiado de la iniciativa. Lo que hace esta modalidad de conservación ejemplar y totalmente efectiva es que absolutamente todas las escrituras están a nombre de las comunidades o Juntas Parroquiales. El hecho que de estas áreas provee el agua que toman las comunidades, se vuelve en la razón más potente para querer proteger y conservar las reservas comunitarias.
Sin embargo, antes de empezar a escribir en detalle sobre la iniciativa de reservas comunitarias, me puse a leer las noticias del día.
En momentos cuando, a cada rato, y se podría decir hasta la saciedad, nos adocrinan a lavarnos las puñeteras manos cada dos por tres, el diario El Universo se da el lujo de publicar casi una página entera sobre las boberías relacionadas a la Martha Stewart, gurú de decoraciones interiores y otras mega pendejadas. El artículo siguiente del diario más leido del Ecuador, se enfoca sobre la super ecuatoriana experta en….. maquillajes. Sí,, maquillajes!! De gente chévere y todo lo demás, pero MAQULLAJES! Da ganas de llorar.
Ayer pasó algo similar con el día internacional de los bosques y árboles. Totalmente desapercibido. Esto, a pesar que uno de los remedios que actualmente se esta evaluando para determinar si es efectivo en contra del Coronavirus proviene de la corteza de uno de nuestros árboles de la Amazonía y los Andes. El remedio, ahora modificado por la ciencia para reducir sus efectos secundarios nocivos, ha sido utilizado por siglo para sanar a MILLONES de seres humanos de la malaria.
Más y más se comenta que el cambio de “normalidad” producto de la Coronavirus podría inducirnos a cambiar de visión, y de recalibrar nuestros valores y metas de la vida. Pues, y cuesta decirlo, hasta ahora no se nota.
