Carlos Zorrilla

Bosque nuboso típico de la región de Intag, Ecuador. Crédito de la foto: autor.
Intenten imaginar; vives en uno de los lugares más hermosos y con mayor biodiversidad del planeta: la región de Intag, en el noroeste del Ecuador. Es una tierra bendecida con ríos limpios, decenas de cascadas, bosques nubosos prístinos y pequeñas y pacíficas comunidades agrícolas. El suelo es fértil y el paisaje, impresionante. Estos bosques son un santuario para más de 100 especies de plantas y animales en peligro de extinción, que les hace posible a comunidades locales vivir mediante el ecoturismo.

Las cascadas Gemelas, sólo dos de varias dentro de la concesión minera. Crédito de la foto: Autor
Ahora, imagínense lo siguiente: llega una empresa minera transnacional. Un portavoz anuncia que ha adquirido los derechos para extraer cobre en esta tierra única y tranquila, todo sin consultar a las comunidades ni a los gobiernos locales (1) .
El portavoz explica que la concesión minera Llurimagua, de 4.829 hectáreas, como se la conoce, se encuentra en medio de bosques nubosos primarios que dan origen a 43 ríos y riachuelos. Es una zona salpicada de sitios arqueológicos preincaicos y situada dentro de los Andes Tropicales, el de mayor biodiversidad de los 36 puntos candentes de biodiversidad del planeta. Los mismos bosques que Codelco de Chile desea destinar a la minería albergan jaguares, osos andinos, tucanes, tres especies de monos (una en peligro crítico de extinción), dos tipos de perezosos, osos hormigueros y 24 especies de ranas, todas al borde de la extinción. Dos de estas especies de ranas existen únicamente dentro del área de la concesión minera y en ningún otro lugar del planeta. Una está confinada a una sola microcuenca. En cuanto a la flora, 5.000 hectáreas (12.500 acres) de bosques de Intag cuentan con más especies de orquídeas que todos los Estados Unidos y Canadá juntos (2) .

La especie de rana cohete de resistencia Intag (Ectopoglossus sp.) nueva para la ciencia es endémica de la concesión minera. Crédito de la foto: Autor
Bajo esta increíble riqueza natural y cultural se encuentra un yacimiento de cobre. Sin embargo, su extracción tiene un alto coste. La contaminación del agua por la minería puede persistir durante cientos, incluso miles, de años. En Íntag, como en todos los yacimientos de cobre de Ecuador, el mineral está mezclado con sustancias altamente tóxicas, como plomo, arsénico, mercurio, cadmio y cromo. (Investigue sus efectos sobre la salud). Además, la extracción de minerales de cobre sulfurados inevitablemente provoca drenaje ácido de mina, que puede acidificar el agua tanto como el líquido de una batería de carro. Esta escorrentía tóxica no solo aniquila la vida acuática al contacto, sino que también acelera la lixiviación de metales pesados de los desechos mineros.

Bosques nubosos primarios en medio de la concesión minera. Crédito de la foto: Autor
Para dar paso a la mina, varias comunidades tendrán que ser reubicadas. Cientos de familias perderían sus hogares, sus tierras y medios de vida. La deforestación de miles de hectáreas alterará el clima local, provocando sequías que amenazarían a miles de pequeños agricultores que dependen de las lluvias para sus cultivos (3) .
Si se aprueba, la mina a cielo abierto operaría durante tres décadas como máximo y contribuiría con menos del 1% anual a la demanda mundial de cobre.

Mina de cobre Collahuasi en desierto de Atacama, Chile. Crédito de la fotografía: https://shorturl.at/sIiIS
Muchos considerarían esta mina como un factor de “desarrollo” para Ecuador, además de un mal necesario para combatir el cambio climático (suministrando cobre para la transición energética). Sin embargo, esta etiqueta se aplica incluso cuando el proyecto promete diezmar a miles de hectáreas de bosques biodiversos que almacenan carbono, desarraigar a cientos de familias de diversas comunidades,
destruir hábitats cruciales para innumerables especies, contaminar ríos y arroyos durante milenios y socavar el sustento de miles de pequeños agricultores.
Y, tu, ¿cómo lo llamarías ?
Notas

1.Las comunidades de Intag han impedido que seis empresas mineras de cuatro países avancen el desarrollo minero en la región desde 1995, pero la amenaza persiste (japonesa, canadiense, australiana y chilena)
- Más de 200 especies de orquídeas, algunas nuevas para la ciencia, han sido identificadas en la cercana y muy investigada Estación Biológica Los Cedros, que alberga un bosque idéntico al que se encuentra en la concesión minera de Llurimagua y es de tamaño similar ( https://loscedrosreserve.org/orchids/ )
- Estos y muchos otros impactos sociales y ambientales fueron reportados en un Estudio de Impacto Ambiental preliminar realizado por científicos japoneses a mediados de los años 1990, basado en un depósito de mineral de cobre, una fracción de lo que
Abejas polinizando orquídeas Lycomormium en la nube
De Intag Bosque. Crédito de la foto: Carlos Zorrilla.
Para más detalles, visite www.decoin.org y www.codelcoecuador.com
Lectura adicional sugerida: https://news.mongabay.com/2023/01/in-ecuador-communities-protecting-a-terrestrial-coral-reef-face-a-mining-giant